Para nadie es un secreto que el queso es un alimento muy empleado en nuestra cocina. En la mayoría de las diferentes recetas está presente sea como un complemento o como ingrediente principal. No hay que olvidarse además que es responsable de darle un mejor sabor a los platillos, haciendo enfoque en el queso cremoso que es un  tipo de queso con una consistencia blanda y sin corteza.

Para nosotros es importante ofrecerle al público consumidor el mejor queso de calidad, que puedas acompañar en tus preparaciones y puedan deleitarse de su exquisito sabor. Al ser un queso con una textura cremosa  es ideal para añadirlo en tostadas o acompañados de pan.

CARACTERISTICAS DEL QUESO CREMOSO

Para empezar, tenemos que el queso por lo general está en un estado natural sólido. No obstante, se puede tener una textura cremosa incrementando la cantidad de nata. Esto da como resultado el queso cremoso, que  se caracteriza por ser denso.  Cuenta con una textura blanda y consistencia pastosa que carece de corteza y no se somete a un proceso de maduración.

Con respecto a su color el queso cremoso lo podemos distinguir desde un color blanco hasta un amarillo claro.

ERRORES COMUNES QUE COMETEMOS AL GUARDAR NUESTRO QUESO CREMOSO

Aparte de contarte sobre lo increíble que es el queso cremoso que disponemos, tenemos que informar  a nuestros clientes los errores que suelen cometer al guardarlo. Cuando adquirimos un queso sea fresco, duro, seco o blando debemos saber cómo  guardarlo de forma correcta con el fin de que no pierda su sabor y no se estropee.

A continuación los errores más comunes que solemos cometer y la recomendación precisa para que guardar tu queso cremoso de la mejor manera.

Cero plásticos: En ciertos casos solemos guardar nuestro queso envolviéndolo en plástico, lo cual es un terrible error. Lo cierto es que el              queso es como el vino, requiere respirar puesto que es un producto vivo. Por lo tanto, para guardar nuestro queso de forma correcta que no has sobrado, es ideal envolverlo con papel microperforado, muy común como son envueltos en las queserías.

En caso de no disponer de este material también es válido envolverlo con papel de horno y colocarlo en la nevera.

Envasado al vacío: Si conservar nuestro queso con plástico es un terrible error, envasarlo al vacío es aún peor.  Hay que saber  que el queso que es envasado al vacío con el tiempo se pudre debido a la humedad. Por eso, si en algún caso adquieres este tipo de queso o cualquier otro envasado al vacío se recomienda  cambiarlo a un papel adecuado y colocarlo en la nevera.

Nada de papel albal: Claro está que este material tampoco es el adecuado para guardar el queso. Esto se debe a que este material no permite que el queso pueda transpirar,  lo mejor es conservarlo con papel de horno y ubicarlo en la nevera.

Conservarlo fuera de la nevera: Los quesos no se guardan en una quesera de vidrio fuera de la nevera, debe conservarse en el frigorífico.

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