Quesería familiar de fabricación artesana de queso de cabra y de vaca y como no un espectacular queso azul, de los mejores que he probado y con un carácter propio, un placer para los que les gustan estos tipos de queso.

Después de visitar dos queserías artesanales de Valladolid, nos echamos la manta a la cabeza y nos preparamos a atravesar Palencia hasta llegar a un pueblecito con un nombre precioso, Los Espejos de la Reina, solo por el nombre del pueblo merece la pena llegar a la quesería y poder catar esos manjares provenientes de algo tan básico como la leche.

Pasando gurdo tomamos dirección a Riaño, dos pueblos emblemáticos de castilla de dos provincias distinta pero con una  historia cada uno de ellos insólita, que no es el momento de hablar de ello pero muy recomendable de visita y de probar su gastronomía y conocer a sus gentes.

Entrando en un pequeño pueblo situado en un valle rodeado por montañas y con unos pastos para el ganado que ya lo querrían muchos para comer ellos mismos, de estos pastos tiene el origen el sabor intenso de estos quesos, preguntamos a unas personas en la entrada del pueblo, y muy amablemente nos dicen que esta al final de la calle y nos comunican la gran calidad tanto personalmente de los dueños de la quesería como del sabor espectacular de los quesos.

Al final de la calle nos encontramos también el final del pueblo y agua por todos los lados, un ligar espectacular en medio de la nada, de esos que te dan ganas de quedarte y apagar el móvil para siempre, entramos en la quesería La Prada, nos recibe una chica joven, pero sobradamente preparada, Sara que es así como se llama la que hace todo en la quesería, nos explica cómo trabaja y que es lo más importante para ella.

Sara de quesería La Prada, nos cuanta su gran historia, ella era una diseñadora, como yo, que vivía o mal vivía en Madrid, con trabajo, con la vida hecha y con todo lo que cualquier persona puede desear para tener la vida que desde pequeños nos contaron que hay que vivir, pero ella no se sentía demasiado bien en esta gran ciudad y todos los fines de semana regresaba al pueblo donde ella se encontraba bien y tranquila.

El padre de Sara, llevaba más de 40 años elaborando quesos artesanalmente de una calidad espectacular pero sin comercializar, con algo muy curioso, no le gustaba el queso, pero el solo por el tacto y el olor detectaba como estaba el queso y sacaba unos quemazos que ya querría poder hacer muchos de los que llaman queserías reconocidas .

Pues esta quesería nace de esta historia y el producto o quesos que nacen de ella son muy especiales tienen un carácter propio y son dignos de probar, una cosa después de hablar con Sara de quesería La Prada me quedo muy claro, ella paga la leche a ganaderos de la zona a un precio justo e incrementa el precio lo justo para poder vivir, algo muy de siempre muy de antes pero que me lleno de alegría, cuida tu entorno porque es tu futuro.

La profesión que tenía Sara anteriormente se respira desde que entras en la quesería, el mimo con el que prepara el queso, la imagen, el lugar, el entorno, el paisaje, las gentes… todo esto está en sus quesos, tres quesos espectaculares, queso de cabra con una textura suave y un sabor intenso, dignos de los dioses, el de vaca que a mi personalmente me sorprendió muchísimo, no tienen nada que ver con el queso de vaca que todos estamos acostumbrados a catar, la curación se hace en una cueva y eso se nota, consiguiendo matices espectaculares que no les conocía en este tipo de queso, muy recomendable.

Por último la gran sorpresa un queso azul que quieta el sentido, una potencia brutal de sabor y una textura súper fina y apetecible, me encantó, si te gustan los quesos de este tipo no dudes en probar este queso, de verdad que es espectacular.

También tiene dos formas de elaboración completamente distintas la primera es la típica de queso redondo, pero pequeños, nada que ver con los quesos de 3 kg y otra como los pata de mulo, quesos de 7 kg en barraque le da muchas posibilidades y no sé si lo saben pero cuanto más grande sea la botella de vino que guardamos mejor es el vino, los mágnum suelen envejecer y evolucionar mucho mejor que las botellas de vino normales, pues con el queso pasa igual, ya que es un alimento vivo y toda la vida cuanto as se relacione con otra vida más rico todo.

A qué esperas haz tu pedido y conoce unos sabores espectaculares, saben a campo, saben a vida, saben a amor.

Quesería la Prada, con ganas me quedo de volver, me conformare con el sabor de sus quesos.

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